Los emblemas heráldicos son una creación cultural que tiene su origen en la época bajo-medieval, que han sido profusamente utilizados a lo largo de la historia hasta el momento presente (prueba de ello son las abundantes representaciones de todas las épocas que se conservan), siendo en la actualidad un fenómeno bastante incomprendido, un hecho histórico injustamente olvidado e imperdonablemente ignorado. No me refiero a un desconocimiento sobre sus orígenes, sus funciones, su evolución... sino al conocimiento general que tiene la sociedad actual sobre la Heráldica.
La aparición de los emblemas heráldicos está vinculado a necesidades estrictamente de tipo bélico, es decir, como una consecuencia de la evolución del equipo militar entre finales del siglo XI y mediados del XII. Los combatientes fueron cubriendo su cuerpo cada vez más con diversos sistemas para protegerse del ataque de los adversarios, de manera que llegaron a hacerse completamente irreconocibles debido a la cota de mallas y al uso del casco con nasal, elementos éstos que ocultaban buena parte de su rostro.
Entonces, la necesidad de hacerse reconocibles a distancia en el campo de batalla propició el uso de signos de reconocimiento personal llevados sobre sí mismo, concretamente pintados sobre la superficie del escudo. Así, los combatientes fueron tomando progresivamente la costumbre de hacer pintar figuras geométricas, animales, florales... sobre su escudo, de tal manera que el uso constante de la misma figura o figuras por parte de un personaje, representadas siempre según unos principios específicos, desembocó finalmente en el nacimiento del fenómeno heráldico como lo conocemos actualmente.
En realidad, la aparición de los emblemas heráldicos es un hecho socio-cultural circunscrito al mundo Occidental (es decir, no en Oriente, sea en Bizancio o en el Islam) que se produce en un momento que la sociedad está rearticulando sus estructuras. Con la finalidad de situar los individuos en su grupo social correspondiente (sea familiar, socio-jurídico, religioso o profesional) y cada grupo social en el conjunto de la sociedad, se crean signos, marcas y códigos cada vez más numerosos, más precisos y formando sistemas cada vez más rigurosos.